Al igual que tú, yo también sentía en mi interior que la vida que estaba viviendo no era la mía. No sabía cómo ni porqué pero sabía que la vida era (o tenía que ser) de otra manera, ¡no podía ser así! Y a día de hoy aquí estoy donde la vida que tengo, es mucho más parecida a lo que yo intuía. Poco a poco me voy acercando a esa realidad. 

Había muchos factores que, según yo, me “impedían” lograrlo. Afortunadamente me di cuenta y di los pasos necesarios (algunos de manera inconsciente) para llegar a mi resultado. Pero… ¿cómo podía saber cuál era mi resultado? ¡Nunca me lo había planteado! Solo imaginaba o presentía algo y sé que tú también. 

Por eso, te invito a que des el primer paso. A mí me costó muchos años, a ti te va a costar muchos menos porque te voy a dar el camino hecho, ¿aceptas?