Hay muchas técnicas para auto explorarte, conocerte mejor, resolver problemas y ayudarte a tomar decisiones importantes, ir con un psicoterapeuta, hacer meditación, leer un libro de autoayuda… Pero hay una que es la más barata y eficaz: escribir un diario.
Escribir lo que piensas y sientes es lo mejor para profundizar en ti, descubrir lo que te gusta y lo que no de tu vida e incitarte a los cambios precisos para conseguir tu bienestar.
Cuando escribes, te centras justo en el punto que quieres descubrir, entonces tu mente se pone a trabajar con toda su energía. Aparte de que la escritura te ayuda a separar y eliminar pensamientos secundarios, también te ayuda a concentrarte en un pensamiento y escoger las principales respuestas de entre todas las que te van llegando.
Una de las formas más eficaces para responder tus propias preguntas, esas que te haces cuando tienes que tomar una decisión, es la escritura. Contestarte por escrito es una gran ayuda para centrar tu atención, porque en el caso de quedarte en blanco siempre puedes leer las últimas palabras escritas y así podrás seguir el hilo.
Te regalo estos consejos para que cuando tengas la necesidad de expresarte, puedas tener frutos estimulantes y muy valiosos:
- Establece un ambiente de calma. El silencio es perfecto para escribir y pensar, aunque también es verdad que puede resultar muy seco. Si lo deseas, puedes poner algo de música suave que deje que tus recuerdos y emociones puedan fluir de manera natural. Siéntate en un lugar cómodo, con buena luz, buena temperatura y que tengas la seguridad que nadie te molestará.
- Escribe lo que quieras. Es normal que haya temas que son dolorosos, como por ejemplo rupturas amorosas, pérdida de seres queridos… Pero hay otros temas. Temas esperanzadores, como empezar nuevos proyectos o retos personales. De cualquier forma, déjate llevar por tu interior, no hagas nada por controlarlo o limitarlo ni tampoco lo dirijas.
- Ante todo sinceridad. Eso es fundamental. Esta es la única manera de descubrirte y corregirte lo que haga falta. Sabes que tú eres la única persona que lee lo que escribes, así que hazlo libremente. La vida no se compone de errores o fracasos, sino de experiencias y aprendizajes que nos hacen crecer y cambiar el rumbo.
- Háblate en primera persona. Es esencial porque cuando lo escribes llegas a tu propio interior, te haces protagonista de tus emociones y pensamientos, te ayuda a darte cuenta de quién eres realmente.
- Sé consciente de lo bueno y lo malo en ti. Sabes mejor que nadie tus éxitos y tus errores, tus progresos y fracasos, todo está en tu mente. Ahora, con tu nueva herramienta, lo puedes sacar todo a la luz. Ahora podrás mirar tu vida sin obstáculos, te podrás poner más atención y podrás trazar caminos alternativos para mejorar tu vida.
- No escondas lo desagradable. Cuando, en un momento intenso escribas sobre tus emociones, contacta con tu vida y mira cómo es. Manifiesta lo que te gusta y lo que no y sé consciente de tus aspiraciones y necesidades. Pero no tapes, ni ocultes ni evites tus faltas, tus miedos o limitaciones, porque de esta manera lo único que conseguirás será paralizarte y no conseguirás evolucionar.
- Escribe acerca de cosas que te ocurrieron en el pasado y no se concluyeron. Sólo de este modo podrás cerrar esas etapas, dejar atrás el ayer y las culpas que vienes arrastrando, y conseguirás comprometerte con el presente.
Escribiendo tu diario podrás ver aquello que te dificulta o impide progresar hacia una vida feliz, conforme vayas entendiéndote y entendiendo ese momento tan íntimo de escribir sobre ti, poco a poco irás superando obstáculos que en este momento los ves como insuperables.
La escritura como medicina ayuda en la salud física y mental, nos hace conocernos mejor. Ofrece serenidad. Escribir puede curar, eso sólo queda en nosotros.
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
– Oscar Wilde
Vanessa Arjona